No hay nada

Siento miedo. La oscuridad que envuelve el bosque, bosque que representa mi vida, me abruma. Posibilidades infinitas, miles de senderos, se abren a mí... y yo: apatía, indecisión. No hay ilusión que sea estrella en el firmamento de mi vida, y que así indique mi destino.

Me siento perdida. Todos los caminos que he seguido hasta ahora no me acercan a la luz de mi sino. Todo continua sumido en la oscuridad, y aunque mis ojos se adaptaron hace tiempo a ella, no diviso cambios en mi entorno. Cada vez que paro un instante a descansar es el mismo lugar, el lugar de partida, y vuelvo a recomenzar, a ser perro errante, sólo que cada vez los años, las decepciones pesan más. Ya no sé que pensar, no sé como afrontar el reto de la vida sintiendo que no hay esperanza de encontrar la razón de seguir existiendo.

Me siento hundida. Lleno mis pulmones obligándome una vez más a sentir ese dolor atenazante que me atormenta al llevar a cabo ese simple acto reflejo. Sigo en el reino de los vivos cuando ansió encontrarme en el de los muertos. Sigo alimentándome, sigo sonriendo, sigo viviendo aún sabiendo que he perdido toda esperanza de alcanzar un saber que me permita conformarme con ser lo que soy.

Me deprimo al pensar en el pasado, presente y futuro.

Me angustia estar encerrada en este juego repetitivo del que hace tiempo me cansé. ¿Cómo seguir afrontándolo un segundo más? ¿Cómo terminar?

Siento nostalgia por aquel momento en el que yo creí que me comería el mundo, puesto que pensé que ese era mi cometido. Ahora me siento cual gusano comedor de tierra. Soy el cáncer del mudo, soy un ser patético que no puede esperar alcanzar más que cualquiera de sus semejantes. Sólo soy una oveja más del rebaño, un Doly, un clon... nada caracteriza mi vida, nada me diferencia, no soy superior, nos soy aquello que soñé ser, no soy más que una ridícula caricatura de ello.

SUNK IN DARKNESS